La poca tolerancia a la frustración y el bajo autocontrol son factores de conflicto habituales en el entorno familiar y/o escolar. Por ello es importante entrenar el autocontrol desde las primeras edades.
Ciertamente, depende del temperamento de cada niño el nivel de impulsividad que presente. Hay niños que son más dóciles y fáciles de conformar que otros. Sin embargo, nunca está demás hablar de emociones, identificarlas, ponerles nombre y aprender maneras de gestionarlas mejor.
Los adultos, a los que de pequeños, nadie les ayudó a gestionar la frustración y a expresar sus emociones de manera saludable, suelen ser adultos irascibles, poco tolerantes y con dificultades en las relaciones interpersonales.
¿Cómo podemos entrenar el autocontrol en la infancia?
1. Enseñarles a esperar y respetar los turnos
A través de juegos y en situaciones cotidianas debemos fomentar la capacidad de espera en nuestros niños. Ello les ayudará a entender que no son únicos y que no siempre es posible la inmediatez.
2. Decir que no
Darles todo lo que piden en cuanto lo piden les da un mensaje erróneo de cómo funcionan las cosas en la realidad. Deben aprender a tolerar la frustración que provoca no poder obtener siempre lo que deseamos.
3. Enseñarles a diferenciar las urgencias de las cosas que pueden esperar
Es importante que poco a poco los niños empiecen a aprender que hay cosas que van primero que otras. Y que quizás las que deban esperar son algunas de las que ellos desean.
4. Enseñarles a ser considerados y amables con los demás
Potenciar el buen lenguaje y el comportamiento amable y generoso con los otros. Es importante que los niños tengan claro que ser egoísta y maleducado con los otros no es aceptable.
5. Fomentar el respeto y cuidado de los objetos de casa/escuela
Los niños deben aprender desde pequeños a dar un buen uso al mobiliario y otros objetos tanto como comunes como personales.
6. Ayudarlos a expresar el enfado, la tristeza o la frustración
Interesarnos por lo qué les pasa, ayudarlos a poner nombre a las emociones que están sintiendo y proporcionarles alternativas de solución frente a las mismas.
7. Establecer límites y consecuencias claras
Los niños deben tener claro lo que se espera de ellos y las consecuencias deben cumplirse de forma consistente e inmediata.
8. Motivarlos
Siempre es mejor buscar elementos de motivación para hacer las cosas bien que poner castigos por no hacerlo.
9. Cuidar el descanso
Es vital preservar tiempos de descanso adecuados tanto para los niños como para nosotros mismos, dado que el cansancio es un factor potenciador del estrés y por tanto de la impulsividad.
10. Valorar el esfuerzo
Valorar y recompensar cada pequeño esfuerzo que hacen por expresarse mejor, ser considerados con los demás y frenar las respuestas impulsivas.
Potenciar el autocontrol en nuestros niños los ayudará a sentirse menos frustrados, a canalizar mejor el enfado y a responder de maneras más adecuadas frente a situaciones difíciles o estresantes. Mantener el control en situaciones conflictivas es mantener la serenidad necesaria para tomar mejores decisiones, puesto que la rabia y la impulsividad nunca son buenas consejeras. También les puede ayudar practicar técnicas sencillas de relajación adaptadas para niños como las del Método Koeppen.
Si consideras que necesitas más herramientas para potenciar el autocontrol de tus hijos o el tuyo propio, consúltanos. Somos tu gabinete de psicología ubicado en Hospitalet de Llobregat.