Aprender a cuidar y fortalecer nuestra autoestima es esencial para poder desenvolvernos de forma funcional y satisfactoria en los diferentes ámbitos de nuestra vida. Sentirnos válidxs, libres y segurxs nos permitirá establecer relaciones saludables con las personas que nos rodean.
La autoestima es el sentimiento subjetivo que acompaña la valoración o autoconcepto que tiene una persona de sí misma. Una persona con una buena autoestima será capaz de reconocer sus fallos o limitaciones pero no por ello se sentirá menos válida y poco merecedora de respeto o amor. Es necesario reforzar nuestra autoestima siendo conscientes de nuestras auténticas fortalezas, aquello que nos hace únicxs e imprime en nuestra manera de ser y comportarnos aquello que aportamos a nuestro entorno.
La autoestima no es lineal, existen altibajos porque hay experiencias negativas que pueden afectar la visión que tenemos de nosotrxs mismxs. No obstante, cuando hemos aprendido a cuidar de nuestra autoestima y salud mental podemos recomponernos más fácilmente de los embates de la vida que pueden hacer tambalear nuestra confianza personal.
Ahora bien, ¿cómo podemos cuidar de nuestra autoestima y fortalecerla? A continuación hablaremos de lo que debemos y no debemos hacer.
Debemos evitar
- Compararnos constantemente con los demás: Debemos establecer nuestros objetivos en base a aquello que es realmente importante y necesario para nosotrxs mismxs. No siguiendo lo socialmente marcado o establecido. La medida de nuestras mejoras debe ser la autosuperación.
- Buscar la aprobación externa para tomar decisiones: Debemos escucharnos más, ser honestxs y atrevidxs con nuestras elecciones. Darle valor a nuestras ideas, objetivos y necesidades. Nadie sabe mejor que nosotrxs mismxs lo que en verdad deseamos o necesitamos.
- Sólo centrarnos en nuestros fallos: Debemos dar lugar tanto a lo positivo como a lo negativo. Darle valor también a lo que hacemos bien y no únicamente fijar la mirada en los errores que cometemos, en nuestras limitaciones o en lo que no tenemos.
- Hablarnos con desprecio: Debemos tratarnos al menos con el respeto y compasión que trataríamos a otro ser humano en las mismas circunstancias. Machacarnos nunca será buena estrategia para mejorar porque la mejora a través del sobreesfuerzo y el castigo es ficticia.
- La queja constante: Debemos abandonar la actitud derrotista y asumir nuestra propia responsabilidad en mejorar nuestra salud mental y emocional.
- Tener expectativas demasiado altas: Debemos revisar nuestras expectativas, ya que si son demasiado altas pueden generarnos frustración y está a su vez apatía. Quizás deba dividir en objetivos intermedios mi meta final. También debemos analizar si es realista lo que anhelo porque aunque muchas cosas podamos conseguirlas con esfuerzo hay ocasiones en que son otros los factores determinantes.
Debemos potenciar
- Trabajar en la autoaceptación: Aceptar quienes somos y cómo somos. Recordar que no necesito ser o comportarme de determinada manera para merecer respeto y amor. Todxs lo merecemos más allá nuestras limitaciones o defectos. Sentirme válidx hará que no me conforme con menos de lo que realmente merezco.
- Comunicarnos de forma asertiva: Aprender a expresar nuestras necesidades y a defender nuestros derechos. Permitirnos poner los límites necesarios en las situaciones que pongan en riesgo nuestro bienestar emocional.
- Revisar nuestras creencias: Permitirnos poner en duda algunas creencias que hemos establecido como verdades indiscutibles y que quizás no nos están ayudando a avanzar, a ser felices, a conseguir nuestros objetivos más auténticos.
- Practicar el autocuidado: Aprender a dedicarnos momentos personales de relax, desconexión y disfrute.
- Tener ilusiones: Tener objetivos e ilusiones que nos conecten con sensaciones positivas, nos mantengan activos y con una visión esperanzadora del mañana.
Pasar de una baja autoestima a una autoestima saludable requiere de un esfuerzo de autovalidación constante. Si no ha habido personas a mi alrededor que me han hecho saber lo que valgo debo hacerlo por mí mismx. Ser consciente de mis derechos y defenderlos. Darle valor a lo bueno que hay mí. Trabajar en aquello que quiero mejorar de mi persona pero hacerlo desde el amor, desde la voluntad de mejorar para mí mismx y no para complacer, gustar o encajar. Caer en la trampa de amoldarnos para ser lo que “deberíamos ser” es un sobreesfuerzo infinito que sólo nos trae infelicidad.
Cuando conseguimos sanar nuestra autoestima somos capaces de…
- Aceptar nuestro aspecto físico recordando que no todxs somos iguales (diversidad corporal).
- Valorar más lo positivo que lo negativo que hay en nosotros.
- Sentirnos bien emocionalmente aunque no nos veamos del todo bien físicamente.
- No compararnos.
- Afrontar retos.
- Tener ilusiones.
- Poner límites.
- Romper con relaciones poco saludables.
- Mantener nuestra estabilidad emocional frente a comentarios negativos.
- Autoreafirmarnos.
- Disfrutar de nuestra sexualidad.
- No depender emocionalmente de nadie.
- Sabernos merecedores de amor, atención, cuidado y respeto.
Si tú o alguien de tu entorno podría necesitar ayuda para mejorar su autoestima no dudes en consultarnos. Somos un gabinete psicológico en Hospitalet de Llobregat.
Buenos días, muy buena herramienta para poder tener confianza en nosotros mismo y ser mejores personas