Adquirir el rol de cuidador es un proceso complicado, no estamos preparados. La mayoría de nosotros tenemos la idea imaginaria que las cosas negativas les suceden a los demás. Nos cuesta reconocer que los sucesos negativos nos pasan a todos y sin avisar. Cuando la noticia del diagnóstico o del accidente llega, marca un punto y aparte en nuestras vidas. Es inevitable sentir muchas emociones distintas como el miedo, la ira o la frustración y es muy fácil dejarse llevar por ellas y pensar de forma catastrófica.
Todos hemos experimentado dolor ante situaciones difíciles, pero es importante no añadir sufrimiento a lo que estamos viviendo. El dolor es parte del ser humano, pero el sufrimiento lo añadimos nosotros mismos según nuestra manera de afrontar los acontecimientos.
En estos momentos, y en realidad durante toda la evolución de la enfermedad y el cuidado, ya no sirve mirar al pasado y pensar en lo que ha perdido el enfermo y nosotros mismos. Son momentos de tomar muchas decisiones y de dotarse de habilidades. Deberemos poder afrontar diferentes situaciones que pueden provocar estrés y desgaste emocional. En definitiva para evitar las consecuencias negativas de ser persona cuidadora.
Consecuencias negativas de ser persona cuidadora
Pasado cierto tiempo, muchos cuidadores acaban sufriendo nerviosismo y preocupaciones que no consiguen controlar ni apartar. Sienten que no están viviendo su propia vida, experimentan soledad. Se encuentran con un estado de ánimo bajo, sin ganas de hacer nada, cansados y con dificultades para dormir. También tienen la impresión que dedican muchas horas al familiar y nadie de su alrededor reconoce sus tareas. Pueden llegar a dejar de cuidarse a nivel físico, social y psicológico.
Es evidente que no podemos cambiar la realidad en que la estamos viviendo y que la enfermedad es la que es. No podemos controlar los acontecimientos que nos pasan, pero sí la forma de abordar las situaciones problemáticas.
Si conseguimos fijarnos en aquellos aspectos que podemos controlar directamente con nuestra actuación (la forma de comunicarnos, la actitud en momentos difíciles…) disminuirá el nivel de inseguridad y ansiedad. En cambio, si damos importancia a lo que no podemos controlar (la conducta de las demás personas, la evolución de la enfermedad…), la incertidumbre, la inseguridad y la angustia serán mayores. Nuestra actitud es determinante para evitar las consecuencias negativas de ser persona cuidadora.
Para intentar minimizar las consecuencias negativas antes citadas, se pueden entrenar muchas habilidades:
- Aprender a manejar mejor las emociones.
- Técnicas para salir de estados emocionales depresivos o de nerviosismo.
- Cambiar nuestra forma de expresarnos para poder comunicarnos desde la asertividad.
- Saber controlar pensamientos que nos producen malestar.
Consulta por nuestros servicios si consideras que tienes alguno de los síntomas anteriormente citados. Connexions Teràpies Integrades es tu psicólogo en Hospitalet de Llobregat, Con nuestras intervenciones aprenderás nuevas formas de hacer para poder afrontar la situación. Si queréis conocer los distintos recursos que ofrece la Generalitat seguir el siguiente link.