
La dislexia en niños es un trastorno del aprendizaje de origen neurobiológico. Por lo que su cerebro se desarrolla y procesa la información de forma distinta, afectando a la correcta adquisición de los procesos lectores y de escritura. No se trata de un trastorno relacionado con la inteligencia, así como tampoco es consecuencia de una lesión neurológica.
¿Qué es la Dislexia?
Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta de forma principal al procesamiento fonológico de la información (es decir, la información verbal auditiva). Se observan dificultades en la discriminación, categorización y manipulación mental de los sonidos, afectando de forma directa al aprendizaje de la lectoescritura.
Puede manifestarse de distintas maneras en función de la via cerebral afectada. Lo cual, va a requerir un exhaustivo proceso de evaluación para poder determinar donde se encuentran las dificultades y así poder hacer una intervención adecuada y personalizada.
Se identifican tres tipos de dislexia:
- Dislexia léxica: se caracteriza por las dificultades en el reconocimiento visual de las palabras, es decir, la representación gráfica de estas (lectura global). Cuando hay dificultades en esta vía cerebral, se manifiesta de la siguiente forma: baja velocidad lectora debido a una baja automatización de los procesos lectores, ya que van a tener que descodificar grafema-fonema, todas las palabras. Además, también suele haber una lectura fragmentada (is-la).
- Dislexia subléxica o fonológica: se manifiesta con dificultades para convertir letras en sonidos. Los niños con este tipo de dislexia tienen problemas para leer palabras desconocidas o inventadas. Cuando hay dificultades en esta vía cerebral, se observa: intercambio de letras, frecuentemente d/b/p/q, omisión o substitución de letras o sílabas. Suelen confiar más en la memoria visual que en el análisis fonológico, por eso, de forma frecuente hay una substitución de palabras similares por ejemplo: carpa -> casa.
- Dislexia mixta: es una combinación de la dislexia léxica y subléxica. Los niños con dislexia mixta presentan dificultades tanto en el reconocimiento visual de palabras como en la conversión de grafemas a fonemas, lo que afecta gravemente en su capacidad de lectura y comprensión.
Signos de alerta según la edad
3 a 6 años:
- Problemas de articulación y construcción de oraciones.
- Vocabulario reducido.
- Dificultades para asociar grafemas con fonemas.
- Torpeza motriz fina o gruesa.
- Lateralidad no definida.
6 a 9 años:
- Dificultades para narrar episodios con coherencia.
- Errores frecuentes al leer (omisiones, substituciones, inversiones).
- Fluidez lectora lenta y monótona.
- Rechazo a las tareas relacionadas con la lectura.
- Dificultades en ortografía y aprendizaje de las tablas de multiplicar.
A partir de los 9 años:
- Dificultades en la comprensión lectora.
- Escritura lenta con muchas correciones.
- Errores frecuentes en ortografia arbitraria.
- Problemas para aprender nuevos idiomas.
- Falta de confianza en los estudios.
- Dificultades para organizar y estructurar textos escritos.
Proceso de evaluación y diagnóstico
El diagnóstico de dislexia no deberia realizarse antes de los 8 años, ya que se requiere una discrepancia mínima de dos años en el nivel lectoescritor del niños. Sin embargo, es crucial detectar y atender cualquier dificultad de aprendizaje des de la educación infantil.
La evaluación debe de ser exhaustiva para poder determinar en que via cerebral se encuentran las dificultades para poder realizar una intervención completamente personalizada. Además, sera importante poder establecer cuales son las fortalezas y debilidades de cada persona. Para esto, de forma habitual se utiliza:
- Escalas de inteligencia.
- Análisis de las habilidades lectores y de escritura.
- *De forma opcional: evaluación del lenguaje y capacidades psicomotrices.
Tratamiento e intervención
La intervención debe ser personalizada y adaptada a las necesidades individuales del niño. Los enfoques incluyen:
- Reeducación psicopedagógica: mejorar los procesos lectores y de la escritura. Va a ser fundamental un trabajo conjunto terapeuta – escuela – familia.
- Apoyo psicológico: manejo de la autoestima, ansiedad y frustración asociadas a las dificultades.
- Fomento de la lectura: estrategias para reducir el rechazo y mejorar la motivación.
La frecuencia del tratamiento varía según cada caso, pero se recomienda un máximo de una sesión por semana para evitar sobrecargar al niño.
Otros trastornos asociados
Aproximadamente el 50% de los niños con dislexia presentan otro trastorno del neurodesarrollo como:
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
- Trastorno específico del lenguaje.
- Discalculia.
- Trastornos del desarrollo de la coordinación.
- Trastornos emocionales y afectivos.
Conclusión
La dislexia requiere una evaluación e intervención adecuado para que los niños/as puedan desarrollar estrategias que les permitan avanzar en su aprendizaje. La clave está en una evaluación temprana, intervención personalizada y un entrono que fomente la confianza y motivación para aprender.
En caso de duda, no dudes en consultarnos.