Las parejas disfuncionales de las que hablaremos corresponden a los estilos afectivos disfuncionales propuestos por Walter Riso explican porqué fallamos tanto en el amor, porqué tanta gente elige a la persona equivocada o se enfrasca en relaciones tan peligrosas como irracionales y por qué nos resignamos a relaciones dolorosas.
El autor defiende que no todas las propuestas afectivas nos benefician, dado que algunas relaciones amenazan nuestros valores esenciales como personas. Por ello elabora en su libro Amores Altamente Peligrosos una clasificación basada en ocho perfiles psicológicos que dan lugar a ocho estilos afectivos disfuncionales en las relaciones de pareja.
En este artículo ofrecemos un breve resumen de cada uno de estos estilos afectivos disfuncionales destacando los rasgos principales de cada estilo afectivo y sus implicaciones para la vida en pareja, las vulnerabilidades que explican porqué la gente se engancha a este tipo de relaciones y los costes personales que se derivan de la convivencia con cada uno de dichos perfiles.
1. Histriónico/Teatral: El amor hostigante
El perfil histriónico se caracteriza por:
- Querer ser siempre el centro de atención.
- Ser excesivamente emotivo.
- Mostrar comportamientos seductores.
- Cuidar exageradamente el aspecto físico.
- Tener actitudes dramáticas e impresionistas.
- Ser muy intensos en las relaciones interpersonales.
“Por querer conservar altamente motivadas a sus parejas, las cansan y terminan generando en los otros precisamente lo que quieren evitar”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Necesidad de atención exclusiva, absoluta y constante: “Tu vida debe girar a mi alrededor”.
- Emotividad y expresividad exageradas: “El amor es puro sentimiento”.
- Insatisfacción afectiva constante: “Tu amor no me llena”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación histriónica:
- Búsqueda de una relación superficial, sin complicaciones.
- Necesidad de sentirme complementado por alguien más extrovertido.
- Precisar al otro para sentirme valorado.
Costes de mantener una relación histriónica:
Si bien un histrionismo leve o moderado suele ser manejable, de modo que si sabemos dosificarlo puede ser hasta agradable, en altas dosis puede caer en la manipulación y el hostigamiento. En ese caso se hace imprescindible poner unos límites, se trata de que la persona histriónica aprenda a regular sus estados de ánimo y su dependencia hacia el otro.
2. Paranoico/Vigilante: El amor desconfiado
El perfil paranoico se caracteriza por:
- Creer siempre que las personas esconden una segunda intención en su proceder.
- Estar en continuo estado de alerta y en actitud defensiva.
- Desconfiar incluso de la buena conducta y de las demostraciones de amor de su pareja.
“La suspicacia se generaliza irracionalmente y se transforma en un modo de vida”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Conducta defensiva: “Si te doy amor, te aprovecharás de mí”.
- Interpretaciones erróneas y negativas de lo que piensa, siente y hace el otro: “Si no estoy vigilante, me engañarás”.
- Angustia y pensamientos fatalistas sobre el pasado del otro: “Tu pasado te condena”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación paranoide:
- Búsqueda de una relación que justifique y acompañe mi propio aislamiento personal.
- Necesidad de sentir que el otro sufre debido a los celos como comprobación de su amor hacia mí.
- Búsqueda de un perfil de desconfianza similar con quien detectar a los enemigos.
Costes de mantener una relación paranoide:
Debemos partir de la base de que si no hay confianza no hay una relación sana. Este tipo de relación puede coartar nuestra libertad, poner en duda nuestra credibilidad en todo momento y hasta volverse persecutoria o agresiva.
3. Pasivo/Agresivo: El amor subversivo
El perfil pasivo-agresivo se caracteriza por:
- Incumplir reiteradamente los compromisos con la pareja.
- Mostrar una lentitud y apatía desesperantes.
- Presentar un amor ambivalente, desconcertante y conflictivo.
- Tener una actitud de desprecio y dependencia a la vez.
- “Ames cuanto ames, el sujeto pasivo-agresivo será un conspirador de la relación y a la vez incapaz de renunciar a ella”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Comportamientos ambivalentes: “Tu proximidad afectiva me aprisiona, tu lejanía me genera inseguridad”.
- Sabotaje afectivo: “Debo oponerme a tu amor, pero sin perderte”.
- Pensamientos pesimistas sobre el futuro de la relación: “Aunque nos amemos, todo irá de mal en peor”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación pasivo-agresiva:
- Tener un fuerte impulso proteccionista, el cual encaja perfectamente con la fragilidad/inseguridad del sujeto pasivo-agresivo.
- Búsqueda de una relación cómoda sin demasiadas preocupaciones, que encaja a su vez con la tranquilidad/dejadez del perfil pasivo-agresivo.
Costes de mantener una relación pasivo-agresiva:
Este tipo de relación puede llevarnos al agotamiento y la desesperanza total al ver que el otro jamás responde a los compromisos de pareja. Podemos caer en el error de convertirnos en la madre o padre del otro y acabar asumiendo sus responsabilidades y las consecuencias de sus actos.
4. Narcisista/Egocéntrico: El amor egoísta
El perfil narcisista se caracteriza por:
- Considerarse a sí mismo un ser especial y único, mientras percibe a los demás como seres inferiores.
- Sentirse y desear ser siempre el centro de atención.
- Presentar una escasa o nula empatía.
“Cuanto más ames a un narcisista, más estarás alimentando su sentimiento de grandiosidad y más se alejará de ti”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Menosprecio afectivo: “Mis necesidades son más importantes que las tuyas”.
- Ideas de grandiosidad y superioridad: “¡Qué suerte tienes de que yo sea tu pareja!”.
- Hipersensibilidad a la crítica: “Si me criticas, no me amas”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación narcisista:
- Compensar la inseguridad o baja autoestima personal con la compañía de alguien seguro, extrovertido, imponente.
- Búsqueda de alguien con quien identificarse debido a una indeterminación de la propia personalidad.
- Necesidad de entregarse ilimitadamente a otro (amarlo, cuidarlo, protegerlo, alabarlo).
Costes de mantener una relación narcisista:
Frente a la grandiosidad del sujeto narcisista podemos quedar totalmente opacados. Su egoísmo no le permite cubrir nuestras necesidades, de modo que podemos acabar sintiéndonos solos, frustrados, anulados y siempre al servicio del otro.
5. Obsesivo/Compulsivo: El amor perfeccionista
El perfil obsesivo se caracteriza por:
- Necesitar tenerlo todo controlado.
- No sentirse satisfecho jamás, puesto que considera que siempre se podría haber hecho algo mejor.
- Rechazar cualquier atisbo de espontaneidad o improvisación.
- Ser claramente pesimista.
“El estilo obsesivo controla, organiza, establece reglas, ordena y sistematiza todo a su paso, pareja e hijos incluidos”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Crítica e inculpación constante del otro “Te equivocas demasiado”.
- Responsabilidad ilimitada: “De ahora en adelante, yo tomaré las riendas”.
- Contención emocional: “Debo mantener mis emociones bajo control”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación obsesiva:
- Búsqueda de una persona responsable y eficiente que compense mis propios sentimientos de incompetencia y fracaso.
- Querer que alguien ponga orden y encauce mi vida.
- Búsqueda de una persona responsable y confiable que me garantice compromiso y lealtad.
Costes de mantener una relación obsesiva:
Si bien el sujeto obsesivo presenta una serie de características valoradas socialmente como son la responsabilidad, la eficiencia, la lealtad y que, como en el caso del perfil histriónico el amor o la capacidad de amar a otro no están en duda, las exigencias irracionales debido a su inalcanzable búsqueda de la perfección pueden ser altamente peligrosas para la relación. De esta manera, fracasar en intento de cumplir las expectativas de este tipo de parejas puede menoscabar nuestra autoestima y llevarnos a sentirnos estresados y ansiosos, además de resignarnos a cederles el control de nuestra vida.
6. Antisocial/Pendenciero: El amor violento
El perfil antisocial se caracteriza por:
- Mostrar una significativa desvinculación emocional con los demás.
- Ser incapaz de reconocer los derechos de los demás.
- Tener tendencia a violar las normas sociales.
- Ser extremadamente impulsivo e irresponsable.
“La esencia de este amor es la cosificación del otro. Es estar con alguien porque satisface algunas necesidades básicas, pero no más; no hay vínculo”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Cosificación afectiva: “No me interesan tu dolor ni tu alegría”.
- Actitudes despreciativas/de maltrato: “Te lo tienes merecido”.
- Irresponsabilidad interpersonal: “No tengo ninguna obligación contigo”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación antisocial:
- Necesidad de una persona que me dé seguridad y me defienda.
- Búsqueda de alguien valiente a quien admirar.
- Querer a una persona que me haga sentir emociones fuertes.
Costes de mantener una relación antisocial:
Intentar mantener una relación saludable con una persona de este perfil, carente de empatía, con conductas impulsivas e irresponsables y actitudes despreciativas y destructivas, es tarea imposible. Si bien este tipo de personas se pueden mostrar sumamente encantadoras al inicio, a largo plazo suelen ser totalmente indiferentes a las necesidades del otro. En este sentido, seguramente nos sentiremos utilizados, manipulados y nada valorados por una pareja con la que no podemos contar en absoluto pero que en cambio, nos exprime hasta el agotamiento para satisfacer sus necesidades.
7. Esquizoide/Ermitaño: El amor desvinculado o indiferente
El perfil esquizoide se caracteriza por:
- Presentar un desapego y una ausencia emocional generalizados.
- No mostrar expresiones cariñosas o gestos que den lugar a la aproximación afectiva.
- Defender extremadamente su independencia, su libertad.
“Si bien un número considerable de estos individuos adoptan la soltería como forma de vida, algunos de ellos, buscando cuidados y beneficios se arriesgan a establecer relaciones afectivas”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Culto a la libertad: “Mi autonomía no es negociable”.
- Analfabetismo emocional: “No comprendo tus sentimientos y emociones”.
- Autosuficiencia afectiva: “Puedo vivir sin tu amor”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación esquizoide:
- Búsqueda de una persona que respete mi espacio personal, mi independencia.
- Necesidad de vivir la conquista con un reto difícil de conseguir para sentirme satisfecho.
Costes de mantener una relación esquizoide:
No es posible llegar a acostumbrarse a la lejanía e impenetrabilidad emocional del esquizoide. Si no hay feedback emocional simplemente no hay relación. Mantener una relación de este tipo es vivir en la indiferencia y el abandono emocional, de tal manera que nuestra autoestima acabe seriamente perjudicada mientras la sensación de profunda soledad y la apatía van extendiéndose en nosotros.
8. Limítrofe/Inestable: El amor caótico
El perfil limítrofe se caracteriza por:
- Ser claramente impulsivo, inestable, contradictorio, inseguro y autodestructivo.
- Presentar una tendencia a las conductas adictivas y disfuncionales.
- Tener un temperamento imprevisible y explosivo.
“Cuanto más te enamores, más confusión tendrás, cuanto más te entregues, más sentirás que estás jugando con fuego… Hoy te querrán con locura y mañana no se volverán a mirarte; hoy compartirán contigo sus proyectos de vida y mañana ninguno; hoy tendrán pánico al abandono y mañana te pedirán que te vayas”.
Actitudes destructivas para la relación en pareja:
- Identidad fragmentada: “No sé quien soy, ni qué quiero”.
- Abandono/desconfianza: “No puedo vivir contigo, ni sin ti”.
- Inestabilidad emocional: “Te amo y te odio”.
Razones por las que nos podemos enganchar a una relación limítrofe:
- Búsqueda de una pareja con la cual vivir emociones fuertes.
Costes de mantener una relación limítrofe:
El estilo antisocial es el que suele sentirse atraído por las conductas paradójicas del perfil limítrofe, dada su incapacidad afectiva estas personas no suelen sentirse afectadas por el descontrol de la relación sino que por el contrario, incluso les divierte. No obstante, convivir con un perfil limítrofe nos sitúa en el continuo desconcierto, arrastrándonos junto con su inestabilidad a la inseguridad permanente (unos días buenos y otros malos y así sucesivamente pero cada vez con conductas más inexplicables y peligrosas).
Establecidos estos ocho estilos de pareja disfuncionales, cabe añadir qué entiende el autor por el amor saludable.
Para él “el amor saludable es un amor apuntalado en la dignidad humana, en la convicción de que una buena relación favorece el desarrollo del potencial humano y lo reafirma”. En definitiva, una relación funcional es aquella que está basada en el amor y el respeto mutuo y en virtud de ello nos impulsa a ser mejores personas. Por supuesto, no existen las relaciones perfectas pero hay unos valores básicos a los cuales no deberíamos renunciar:
- Expresiones de amor espontáneas y fluidas, sin adornos exagerados pero tampoco reprimidas o restrictivas.
- Confianza en el otro.
- Honestidad emocional.
- Comunicación y Asertividad.
- Respeto mutuo.
- Valoración del otro.
- Flexibilidad.
- Empatía.
Si te has sentido identificadx con alguno de estos ocho estilos afectivos disfuncionales o si te encuentras inmersx en una relación de pareja complicada e insatisfactoria que te está haciendo infeliz y no sabes cómo mejorar la situación o ponerle fin, consúltanos. Somos un centro de psicología en Hospitalet de Llobregat.