En psicología la triangulación se entiende como la dinámica disfuncional en la que una persona involucra a un tercero para que tome partido o influya en el conflicto que tiene con otra persona. La triangulación es especialmente dañina cuando busca la alianza con los hijos/as poniéndolos en la posición de intermediadores entre la pareja. 

Características de la triangulación
– Se crea un triángulo emocional en lugar de resolver directamente el conflicto entre las dos partes implicadas.
– El tercer involucrado (el triangulado) es usado como aliado, mensajero, distractor o ejecutor de presión.
– Es un medio para evitar la incomodidad que supone la confrontación.
– Es lo contrario a una comunicación directa y sana.
– Aumenta los conflictos y el malestar emocional. Lejos de solucionar el conflicto lo agrava.
– Desestabiliza los vínculos.
– Puede ser una forma de control o manipulación emocional.
Algunos ejemplos
– En las relaciones de pareja uno de los miembros habla mal del otro con un amigo o familiar para obtener validación o generar culpa.
– En un sistema familiar uno de los progenitores pide al hijo/a que medie o tome partido en una discusión con el progenitor.
– Como arma de manipulación emocional los perfiles límites, histriónicos o narcisistas utilizan a otra persona (real o imaginaria) para provocar celos, inseguridad o competencia.
En toda relación saludable será necesario aprender a comunicarnos de forma directa, asertiva y honesta. Entrenarnos en la resolución de conflictos a través del diálogo constructivo fortalece las relaciones y genera vínculos seguros. No ser capaces de resolver los desacuerdos comunicándonos entre las partes implicadas, sin intermediarios ni juegos emocionales, es señal de dificultades importantes a nivel de gestión emocional, autoestima y autoconfianza. Y en el peor de los casos, es señal de presencia de un trastorno de personalidad por parte del ejecutor de la triangulación.
Hay que diferenciar el buscar apoyo emocional o desahogo en un tercero (lo cual es totalmente humano) de manipularlo para que tome partido en nuestro conflicto personal con otra persona y sea quien acabe ejecutando la confrontación que estamos evitando.
¿Cómo detectar la triangulación?
– Siempre hay un tercero involucrado en un conflicto que debería ser resuelto entre dos.
– Te enteras de mensajes o quejas a través de otra persona y no directamente por la persona afectada.
– Si tú eres el tercero involucrado sentirás presión para tomar partido en un conflicto ajeno.
– Se distorsiona la información entre las partes en conflicto.
– La persona que ejecuta la triangulación se coloca en el rol de víctima y no muestra autocrítica.
¿Cómo escapar de la triangulación?
– Redirige la comunicación: “Creo que es algo que debería hablar directamente con él/ella”.
– No tomes partido si no es tu responsabilidad: “Lo siento, en esto no puedo ayudarte”.
– Establece límites claros si el simple hecho de escuchar el desahogo de una de las partes te genera malestar emocional: “No me siento cómodo/a teniendo esta conversación. Prefiero mantenerme al margen”.
– No respondas a manipulaciones emocionales: “Prefiero que me hables de cómo te sientes tú y lo que quieres hacer”.
Si te encuentras en una situación similar a la anteriormente descrita no dudes en consultarnos.
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