Pensamientos intrusivos

Llegan sin aviso, perturbando tu mente. Aunque son comunes y pueden ser desconcertantes, no necesariamente reflejan lo que realmente piensas, necesitas o deseas. Estos pensamientos pueden surgir debido a miedos, estrés o simplemente por el vasto flujo de información que procesa nuestro cerebro. La ansiedad y los pensamientos intrusivos están estrechamente relacionados; la ansiedad puede intensificarlos y, a su vez, los pensamientos intrusivos pueden aumentar la ansiedad, creando un ciclo que se retroalimenta.

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Son ideas o imágenes que aparecen en tu mente sin previo aviso y que puede desconcertarte o incluso inquietarte. Estos pensamientos surgen sin ser deseados y, aunque a veces pueden ser neutros, a menudo son perturbadores porque no concuerdan con tu estado de ánimo o situación actual.

Desde un punto de vista psicológico, son comunes y normales hasta cierto punto. De hecho, un estudio revela que el 93% de las personas ha tenido al menos un pensamiento intrusivo en los últimos tres meses. Lo importante no es si los tenemos o no, lo importante es cómo respondemos a ellos cuando aparecen. Aunque pueden parecer alarmantes, no reflejan necesariamente nuestros deseos, carácter o personalidad; son más bien un subproducto de una mente activa que, a veces, toma direcciones inesperadas. Sin embargo, si estos pensamientos se vuelven persistentes y afectan negativamente tu vida diaria, podrían indicar un problema psicológico o un trastorno mental.

¿Por qué ocurren los pensamientos intrusivos?

La aparición de pensamientos intrusivos puede ser tan enigmática como una planta no deseada que crece en un jardín bien cuidado. Aunque las causas exactas no se conocen, existen algunas teorías. Una de ellas sugiere que estos pensamientos son una forma en la que nuestra mente procesa miedos, preocupaciones o traumas, mostrándonos lo que más tememos para prepararnos a enfrentarlo. Otra teoría propone que son simplemente el resultado del constante flujo de información que nuestro cerebro maneja, donde algunos pensamientos aleatorios se filtran en nuestra conciencia. Sin embargo, esta teoría no explica por qué los pensamientos intrusivos suelen ser negativos o desagradables.

Pensamientos intrusivos y ansiedad

La ansiedad es una respuesta emocional natural ante situaciones percibidas como amenazantes. Pero cuando esta respuesta se vuelve crónica o excesiva, puede derivar en trastornos de ansiedad, que a menudo incluyen pensamientos intrusivos. La relación entre ansiedad y pensamientos intrusivos es bidireccional: los pensamientos intrusivos pueden aumentar la ansiedad, al recordar traumas, preocupaciones o miedos, alimentando el ciclo ansioso. A su vez, las personas ansiosas son más propensas a tener estos pensamientos porque su mente está en constante estado de alerta, buscando posibles amenazas. Por ejemplo, alguien con ansiedad social podría tener pensamientos intrusivos sobre hacer el ridículo en público, mientras que alguien con ansiedad generalizada podría preocuparse constantemente por la seguridad de sus seres queridos.

Este ciclo puede ser difícil de romper y exacerbar la ansiedad, pero con la terapia psicológica se pueden ganar recursos para darles una respuesta y romper el ciclo rumiativo. Connexions Teràpies Integrades es un centro psicológico en Hospitalet de Llobregat que ofrece herramientas de gestión de pensamientos y emociones. ¡Contacta con nosotras para saber más!

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