Las relaciones de pareja intermitentes, también conocidas como relaciones yo-yo, se caracterizan por seguir un patrón de altibajos frecuentes en los que la pareja entra en la dinámica de separarse para seguidamente reconciliarse y así sucesivamente.
La inestabilidad es una constante en la relación ya que la pareja pasa de momentos de euforia y sensación de máxima conexión a momentos de desinterés, conflicto y nulo entendimiento. A pesar de la confusión y el estrés emocional que les conduce a la separación, debido a la dependencia emocional son incapaces de mantener la distancia y acaban cediendo, perdonando y “olvidando”; estableciendo así un ciclo interminable de idas y venidas. 
¿Por qué se dan las relaciones de pareja intermitentes?
- Se normalizan las constantes rupturas y reconciliaciones porque la pareja se niega a aceptar que la relación no está funcionando. Las creencias erróneas sobre el amor nos hacen pensar que “el amor puede con todo”, “el amor lo perdona todo”, “las relaciones son para siempre”, “el amor le hará cambiar”.
- Los miembros de la pareja no saben comunicarse de forma constructiva y llegar a acuerdos. Las discusiones se vuelven recurrentes porque los puntos de conflicto no acaban de ser resueltos. Y en muchos casos ni siquiera se abordan los temas incómodos y se opta por callar y aguantar.
- Se establecen expectativas no realistas de la relación o del otro, de forma que la frustración por no encontrarse con lo esperado conduce constantemente a la decepción.
- El enganche o dependencia emocional de uno o ambos miembros de la pareja impulsa las reconciliaciones continuadas basadas en la esperanza no realista de que “esta vez será diferente”.
- La baja autoestima, la poca autoconfianza y la dificultad para estar solos son factores claves que fomentan la resignación a vivir una relación de pareja inestable.
- Las dificultades personales para saber reconocer las propias necesidades y emociones conduce a la confusión e invalidación de lo que realmente deseamos y merecemos.
- La necesidad extrema de experimentar emociones intensas en la relación (en la mayoría de casos debido a trastornos de personalidad) puede llevar a alguno de los miembros de la pareja a crear conflictos y exagerar su respuesta emocional para provocar una respuesta intensa en el otro.
- Haber crecido en ambientes familiares disfuncionales en los cuales no ha habido un modelo de relación saludable favorece la normalización y repetición de patrones de comportamiento tóxicos.
¿Qué consecuencias tiene mantener una relación de pareja intermitente?
- Genera un gran estrés emocional que va afectando cada vez más áreas de la vida.
- Menoscaba la autoestima y la confianza personal.
- El desgaste físico y psicológico suele desembocar en la aparición de problemas de salud, insomnio, ansiedad o sintomatología depresiva.
- Dado que toda la energía y la atención están puestas en la pareja se genera un estancamiento de la persona a nivel personal y relacional.
¿Cómo salir de una relación intermitente?
- Reconocer el patrón. Romper con la idealización de la relación.
- Trabajar en la comunicación de la pareja. Establecer límites y llegar a acuerdos. Si es necesario acudir a terapia de pareja.
- Si no es posible trabajar en mejorar la relación porque uno de los miembros no está dispuesto, centrar el esfuerzo en romper con la dependencia emocional. Recurrir a ayuda profesional si es necesario.
- Recordar que una relación que no nos aporte sensación de seguridad y tranquilidad emocional nunca será un lugar seguro.
Si te has sentido indentificadx y crees que necesitas ayuda para salir de una relación no saludable no dudes en contactarnos.
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