La violencia vicaria es otra forma de violencia de género. Consiste en instrumentalizar a los hijos o hijas para ocasionar dolor a sus madres (víctimas de violencia de género).
La Ley Orgánica 1/2004, del 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, recoge que no sólo la mujer es víctima de este tipo de violencia, también lo son sus hijos e hijas, utilizados por su maltratador para producir daño.
Evidentemente también existen mujeres maltratadoras que utilizan a sus hijxs para manipular y dañar al padre de estxs. No obstante, las estadísticas confirman que el porcentaje de hombres que ejercen violencia contra las mujeres es infinitamente mayor. Se trata de una problemática estructural basada en las desigualdades de poder, derechos y oportunidades establecidas como verdades absolutas en el imaginario de la sociedad patriarcal en la que vivimos.
¿Cómo ejerce el maltratador la violencia vicaria?
- Lxs hijos suelen oír como el padre critica, insulta y menosprecia a su madre.
- Lxs hijxs son testigos de las discusiones, peleas e incluso de las palizas que ejerce contra su madre.
- Amenaza frecuentemente con quitarle la custodia a la madre si ella no accede a sus requerimientos. Incluso con perder la cabeza y “cometer una locura”.
- En el tiempo que le corresponde con sus hijxs bloquea totalmente la información sobre estxs a la madre o, por el contrario, provoca situaciones de riesgo (negligencias en las rutinas, medicación, cuidados, etc.) para que ésta se preocupe y acuda a verlxs.
- Manipula a sus hijxs para ponerlos en contra de su madre. Se los gana con regalos y haciendo grandes planes.
- Puede volcar su frustración ejerciendo violencia física también con sus hijxs.
- Se niega a asumir su parte de responsabilidad económica como modo de castigo o presión a la madre.
¿Qué consecuencias psicológicas tiene en lxs hijxs la violencia vicaria?
Los niños, niñas y adolescentes que crecen en un ambiente cargado de violencia física o psicológica tendrán irremediablemente consecuencias en su desarrollo. El nivel de afectación dependerá del tiempo de exposición, de la gravedad de las experiencias vividas y de los factores protectores con los que cuenten que puedan compensar las carencias y acompañarles de forma positiva (familia extensa, escuela, terapia…).
- Sensaciones de confusión, miedo y preocupación constante.
- Culpa por sentir que pueden estar traicionando a uno de los progenitores por querer estar también con el otro.
- Culpa por no ser capaces de parar la situación o por creer que son responsables de la misma.
- Desarrollo de conductas agresivas como autodefensa o, por el contrario, aislamiento y disociación como estrategia para sobrellevar la situación.
- Sensación de indefensión y desesperanza.
- Baja autoestima.
- Niveles altos de autoexigencia o, por el contrario, apatía y desmotivación generalizada.
- Desconfianza a la hora de interactuar con los demás.
- Dificultades para establecer relaciones saludables.
- Búsqueda de salidas no saludables que les ayuden a evadirse de su realidad.
La Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia aprobada en 2021 establece que cuando se ha probado que un menor convive con situaciones de violencia de género suspenderá el régimen de visitas del autor de la violencia respecto a los menores que dependan de él. Sin embargo, siguen siendo pocos los casos en los que se acaba ejecutando esta medida.
¿Cómo prevenir la violencia vicaria?
La clave está en la información y educación tanto de hombres como de mujeres. La defensa de una igual real en derechos y oportunidades de hombres y mujeres es vital para evitar que las mujeres sigan asumiendo un rol sumiso y normalicen conductas de control, abuso y desvalorización y para que los hombres sigan creyendo que tienen derecho a ejercerlas.
Es necesario que el estado ofrezca muchos más servicios de asesoramiento y acompañamiento terapéutico para que las víctimas de maltrato puedan detectar a tiempo si están en una relación tóxica de la cual deben salir antes de que se desarrolle una dependencia emocional y la violencia vaya en aumento. Las mujeres suelen minimizar las conductas agresivas que el maltratador ejerce contra ellas mientras no toque a sus hijos, pensando erróneamente, que su sacrificio por mantener la unidad familiar será lo mejor para sus hijxs.
Asimismo en los casos donde la violencia ha llegado a su máxima expresión, es imprescindible que las víctimas cuenten con espacios seguros donde se sienta acogidas y cuenten con el soporte necesario para rehacer sus vidas. Sin dicho soporte es realmente difícil que las mujeres víctimas de violencia de género que no cuentan con una red de familiares y amigos que les ayuden a salir de esa realidad se atrevan a hacerlo.
Si eres víctima de violencia de género o sospechas que puedes serlo llama al teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género: 016.
Si necesitas asesoramiento y acompañamiento terapéutico para cortar una relación tóxica no dudes en consultarnos.
Connexions Teràpies Integrades, tu Gabinete de Psicología y desarrollo personal en Hospitalet de Llobregat.