La integración sensorial es la capacidad del sistema nervioso para interpretar la información percibida por los sentidos y generar respuestas inmediatas y acordes a los estímulos recibidos. De esta manera, cuando existe un Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS) el niño tendrá dificultades para identificar e integrar los estímulos auditivos, visuales, táctiles, gustativos, olfativos, propioceptivos y vestibulares recibidos, lo cual condicionará también su conducta y en muchos casos limitará su interacción con el medio que lo rodea. La teoría de la integración sensorial la describe la misma como un proceso neurológico que organiza e integra la información sensorial recibida tanto a nivel interno (a partir de nuestro propio cuerpo) como a nivel externo (a partir de los sentidos. Esta teoría fue desarrollada en la década de los 60 por la terapeuta ocupacional Anna Jean Ayres, y está basada en la idea de que las habilidades perceptivas y motoras del niño se relacionan directamente con el comportamiento del mismo. Ayres, a través de la observación de niños que presentaban alteraciones en su desarrollo, aprendizaje e incluso en el área emocional establece que “cuantas más experiencias sensoriales de calidad tengo o recibo de mi entorno y de mi cuerpo, más aprendo de estos y por tanto mejor me relaciono con […]
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