En el contexto escolar hay varios factores que influencian el rendimiento académico, como el entorno familiar o la autoestima del niño/a. Un factor importante es la presencia de dificultades del aprendizaje. Hoy analizaremos a qué se deben y cómo se manifiestan.
Actualmente, como sociedad, estamos más concienciados de la existencia de trastornos que dificultan el proceso de aprendizaje, como el trastorno por déficit de atención (TDAH) o los trastornos específicos del aprendizaje. Pero, ¿qué diferencia hay entre ellos? ¿Son lo mismo?
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
Es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por presentar síntomas de hiperactividad, impulsividad y una baja atención. Con origen multifactorial, causado por la confluencia de factores genéticos y ambientales.
Algunas características son:
- Dificultades en la organización y planificación.
- Dificultad para estimar el tiempo.
- Alteración en la activación y motivación intrínseca.
- Dificultades en la regulación emocional, especialmente la frustración.
Por otro lado, tenemos los trastornos específicos del aprendizaje.
Trastornos Específicos del Aprendizaje
Las dificultades de aprendizaje se caracterizan por un rendimiento académico por debajo de lo esperado dada la edad del niño/a, su cociente intelectual (CI) y enseñanza apropiada para su edad.
Podemos clasificarlos en:
- Dificultades de aprendizaje en la lectura o dislexia.
- Dificultades de aprendizaje en la escritura o disortografía.
- Dificultades de aprendizaje en las matemáticas o discalculia.
Al igual que el TDAH, también se trata de trastornos con origen multifactorial, donde la genética y los factores ambientales juegan un papel clave para la aparición del trastorno.
Comorbilidad entre trastornos
Es habitual que se observen dificultades para mantener la atención, impulsividad y/o hiperactividad, pero que también se relaten dificultades en la lectura y/o matemáticas. ¿Pueden aparecer estos dos trastornos a la vez?
El TDAH y los trastornos del aprendizaje pueden aparecer de forma comórbida, es decir, que exista un doble diagnóstico. La relación más estudiada y conocida es el TDAH y la dislexia, debido a su alta prevalencia. El 35% de los niños/as con TDAH también presentan dificultades en el aprendizaje de la lectura.
Dificultades en la lectura. ¿Dislexia, TDAH o ambos?
Debemos tener en cuenta que no siempre que existen dificultades en la lectura es debido a un trastorno específico del aprendizaje.
La sintomatología de ambos trastornos puede resultar muy parecida, lo cual, dificulta poder identificarlos correctamente. En ambos casos, los niños/as pueden presentar una comprensión lectora por debajo de la media, pero las causas de la disfunción son muy distintas.
En el caso de una persona con dislexia la dificultad va a estar relacionada con los procesos léxicos, relacionados con la fonología y descodificación de la palabra -poder identificar de forma correcta cada letra que forma la palabra-. Los errores que van a aparecer serán:
- Lectura imprecisa de palabra.
- Dificultad para integrar los sonidos y comprender la palabra.
- Lectura lenta.
- Baja comprensión lectora.
En cambio, el caso de una persona con TDAH, la dificultad va a ser en atender al estímulo, en primer lugar, atender cada palabra de forma individual, y posteriormente, atender al conjunto del texto. Los errores que van a aparecer serán:
- Sustituciones de palabras.
- Omisiones en el texto.
- Lectura lenta.
- Baja comprensión lectora.
Recomendaciones
Cuando se observan dificultades en el proceso de aprendizaje se recomienda acudir a un profesional especializado. Este determinará si es necesario hacer una evaluación neuropsicológica.
La intervención debe ser siempre individualizada y adaptada al entorno del niño/a, con pautas y herramientas para facilitar los aprendizajes.
Un diagnóstico e intervención temprana puede mejorar notablemente el pronóstico y reducir el impacto académico del niño/a.
En caso de duda, o si se observan las dificultades descritas, no dudes en consultarnos.
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