Asertividad
La asertividad esta situada dentro del ámbito de las habilidades sociales. Vamos a ver si os sentís identificados en alguna de estas dos situaciones:
  • Tu pareja te ha regalado unos pantalones que te parecen horribles y no te los pondrías ni en carnaval, pero le dices que te encantan por no herir sus sentimientos.
  • Has quedado con tus amigos y se presentan media hora tarde de la hora que acordasteis pero no les dices nada, temes enfadarte con ellos.
En estas situaciones o en muchas otras que seguro que os habéis encontrado, deberíamos haber dicho lo que pensábamos pero no lo hicimos. La solución no es ni aceptarlas de manera pasiva ni estallar de ira o rabia hacia las otras personas. Debemos saber expresar lo que sentimos de manera correcta. Estamos hablando de la asertividad. Entendemos por asertividad una forma de comunicarnos en la que defendemos nuestros derechos, expresamos nuestras opiniones y realizamos sugerencias de forma honesta y no agresiva.

¿Qué ganamos siendo asertivos?

Siendo asertivos expresamos nuestras verdaderas necesidades y deseos. Además mostramos respeto y confianza hacia nosotros mismos. Hay más probabilidad de que ese comentario realizado desde un modo asertivo sea bien recibido que si lo hacemos desde un modo pasivo o agresivo.
Parece fácil explicado así ¿verdad? Pero en el momento de la práctica, no nos resulta tan fácil.
La asertividad media entre nuestras necesidades y las necesidades de los demás. Esta es la manera más adecuada para expresar nuestras necesidades respetando las de los demás. ¿Por qué hay personas a las que les resulta tan fácil “quedar bien” y a otras les supone un mundo.

Principales causas de los problemas de comunicación

  1. La persona no ha aprendido a ser asertiva: ser asertivo no es una “personalidad innata”, son hábitos que se aprenden por imitación y refuerzo, modelos de comportamiento que nos han ido transmitiendo nuestro círculo: padres, maestros, amigos, sociedad, etc.

  2. La persona conoce la conducta adecuada, pero siente tanta ansiedad que la emite de forma parcial: la persona ha vivido experiencias aversivas que han quedado unidas a situaciones concretas. Por ejemplo: alguien se puede haber sentido diferente en un grupo al que se ha visto obligado a estar (ser nuevo en una clase).  Estas situaciones pueden haber sido altamente ansiosas. Y han hecho que quede en la persona tal nivel de ansiedad que a partir de ese momento su respuesta asertiva no se emita totalmente.
  3. La persona no conoce o rechaza sus derechos: la educación más tradicional nos pretende hacer no-asertivos. Ideas como: debemos estar callados cuando hable una persona mayor, no expresar la opinión propia ante padres y maestros, etc. Hay suposiciones que a primera vista pueden parecer normales. Pero si son dadas de manera insistente y autoritaria pueden dañar a la persona. Un ejemplo: “es ser egoísta anteponer las necesidades propias a las de los demás”. Esta frase se puede dar como una declaración de principios, pero si es tomado demasiado al pie de la letra puede hundir a la persona. A veces tenemos el derecho de ser los primeros. Otro ejemplo muy común es: “es vergonzoso cometer errores. Hay que tener una respuesta adecuada siempre, no hay que interrumpir, no hacer demasiadas preguntas”.  Como decíamos, todo es en su justa medida, ya que tenemos derecho a cometer errores, a pedir aclaraciones y a no quedar como ignorantes si no sabemos algo.

Derechos asertivos

Para ir terminando, quería dejaros con una lista de derechos asertivos citados por la autora Olga Castanyer en el libro titulado “La asertividad. expresión de una sana autoestima”. Estos derechos son aquellos que todos tenemos pero muchas veces olvidamos a costa de nuestra autoestima. Nos sirven para considerarnos a la misma altura que todos los demás.
Si os los leéis, seguramente pensareis: “ ya, claro, eso ya lo sabía yo, es de cajón”, pero tómate un minuto y reflexiona.
¿Realmente haces uso de tus derechos? ¿Te acuerdas de ellos en momentos puntuales del día a día?:
  1. Ser tratado con respeto y dignidad
  2. Tener y expresar los propios sentimientos y opiniones
  3. A ser escuchado y tomado en serio
  4. Poder juzgar mis necesidades,  establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones
  5. El derecho a decir “NO” sin sentir culpa
  6. Poder pedir lo que quiero, dándome cuenta que también mi interlocutor tiene derecho a decir “no”.
  7. A cambiar
  8. Poder cometer errores
  9. Pedir información y ser informado
  10. Obtener aquello por lo que pagué
  11. A decidir no ser asertivo
  12. Ser independiente
  13. Decidir qué hacer con mis propiedades, cuerpo, tiempo, etc., mientras no se violen los derechos de otros personas
  14. Tener éxito.

No dudes en contactar con nosotras para cualquier consulta o duda. Somos un gabinete de psicología en Hospitalet de Llobregat.

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