Por más que el presente sea maravilloso, no lo disfrutas, porque ya te imaginas la nostalgia que te producirá en el futuro. Parece que rara vez vivimos en el presente y lo disfrutamos porque creemos que lo más importante ocurrirá en el futuro. Postergamos nuestra felicidad y nos convencemos de que mañana será mejor que hoy.
Sin embargo, saber disfrutar de las experiencias positivas de la vida es uno de los principales ingredientes de la felicidad. La mayoría de las personas entiende lo que significa realmente disfrutar después de superar unos síntomas incómodos o dolorosos, o después de tener un encontronazo con la mortalidad o de darse un buen susto (al menos temporalmente).
Puedes pensar que disfrutar es algo que tiene un componente pasado , presente y futuro. Disfrutas del pasado rememorando los viejos tiempos, disfrutas del presente viviendo de verdad el momento actual, siendo consciente y disfrutas del futuro cuando lo esperas y fantaseas sobre lo que puede suceder en el futuro.
Los investigadores definen el disfrute como los pensamientos o los comportamientos capaces de “generar, intensificar y prologar el placer”. La investigación empírica ha demostrado que el hábito de disfrutar está relacionado con la felicidad intensa y frecuente. En varios estudios se ha comprobado que las personas que tienden a disfrutar tenían más confianza en sí mismas, eran más extrovertidas y estaban más satisfechas , y se sentían menos desesperadas y neuróticas. Los que saben captar la alegria del presente tienen menos probabilidades de sentir depresión, estrés, culpa y vergüenza. Las personas que son más propensas a la anticipación gozosa son más optimistas y las que son mejores rememorando el pasado son los más capaces de frenar el estrés.
ESTRATEGIAS PARA DISFRUTAR MÁS
A continuación te proponemos una serie de sencillas estrategias para aumentar el disfrute de la vida:
- Saborea las experiencias comunes. Aprende a apreciar y a obtener placer de las experiencias prosaicas y cotidianas. A partir de mañana, fíjate en las actividades y los rituales de tu rutina diaria ¿Prestas atención y disfrutas de los placeres del día o los pasas corriendo? Si eliges la segunda respuesta, toma la decisión de aprovechar esos placeres cuando ocurren y de aprovecharlos al máximo. Detente un rato mientras desayunas por la mañana y absorbe el aroma, la textura, la dulzura de lo que estás comiendo en lugar de hacerlo mecánicamente.
- Disfruta y rememora con familiares y amigos. Comparte una experiencia postiva con otra persona, el placer del momento puede aumentar en compañía de otras personas que también valoran la experiencia. También puedes recordar algún acontecimiento con otra persona. Los investigadores han demostrado que disfrutar y recordar con otras personas va acompañado de muchas emociones positivas, como la alegría, la satisfacción, el sentimiento de haber logrado algo, etc.
- Transpórtate a tí mismo. Busca una imagen tuya en algún lugar en el que te sientas bien y recuérdala de vez en cuando, especialmente cuando sientas estrés o tristeza. Puedes hacerlo de la siguiente manera: “ En primer lugar, consulta tu lista de recuerdos positivos y escoge uno sobre el cual reflexionar. A continuación, siéntate, haz una inspiración profunda, relájate, cierra los ojos y ponte a pensar en el recuerdo. Deja que te vengan a la cabeza imágenes relacionadas con este recuerdo. Trata de ver en tu cabeza los acontecimientos relacionados con este recuerdo. Utiliza la mente para imaginar el recuerdo. Deja vagar la mente libremente por los detalles del recuerdo, mientras te lo imaginas”.
- Revive los días felices. Un estudio reciente afirma que hacerlo sirve para prolongar y reforzar las emociones positivas y hacerte más feliz. Piensa en uno de los días más felices de tu vida y revívelo en tu cabeza como si rebobinaras una cinta de vídeo y volvieras a verla.
- Festeja las buenas noticias. Se ha comprobado que compartir los éxitos y los logros con los demás produce más bienestar y emociones agradables.
- Permanece abierto a la belleza y la excelencia. Esta estrategia consiste en permitirte admirar de verdad algo bonito o alguna muestra de talento, genio o virtud.
- Sé consciente. Las personas conscientes son modelo de prosperidad y salud mental. Es más problable que sean felices y optimistas, que estén satisfechas con su vida, y es menos probable que estén deprimidas, enfadadas, preocupadas, que sean hostiles, impulsivas o neuróticas. Practica la relajación, presta atención a la respiración mediante posturas y estiramientos, y toma consciencia de las sensaciones corporales, los pensamientos y las emociones.
- Crea un álbum de recuerdos gratificantes con fotos de las personas, los lugares o las cosas que más te gustan. También puedes incluir otros elementos significativos o que te induzcan a la felicidad. Mira este álbum con frecuencia.
- Busca experiencias agridulces. Una experiencia agridulce combina emociones distintas, por lo general una mezcla de felicidad y tristeza. Aunque estas experiencias también nos entristecen , en lugar de darlas por sentado, esta tristeza nos apremia a apreciar los aspectos positivos de nuestras vivencias.
- Incrementa la nostalgia. De vez en cuando, alimenta estos sentimientos nostálgicos, que te harán sentir el calor del pasado y te traerán recuerdos preciosos de belleza, placer y amor. No compares estos sentimientos con el presente, concéntrate sólo en los positivos y en cómo te han enriquecido la vida.
Fragmento extraído del libro “La ciencia de la felicidad” de Sonja Lyubomirsky.
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