En muchas ocasiones cuesta decidir qué camino profesional tomar, ya sea porque no tenemos claros nuestros intereses o capacidades o porque nos interesan muchas cosas a la vez. Cuando nos encontramos en ambientes ricos en estímulos nuestros talentos innatos se van desarrollando de forma natural. No obstante, a veces es necesario tomar consciencia de cuáles son dichos talentos para poder potenciarlos mucho más y saber hacia dónde encaminar nuestro desarrollo profesional. 
Un talento innato es aquella aptitud o habilidad que presentamos desde la infancia. Forma parte de nuestro funcionamiento y nos caracteriza. Fluye de forma natural sin habernos preparado de forma consciente para ello.
Ahora bien, ¿cómo descubrir cuáles son nuestros talentos innatos?
Hay 5 factores que debemos explorar para saberlo.
1. Intereses desde la infancia
Los deseos e intereses que nos acompañan desde la infancia nos aportan información relevante sobre aquello que es significativo para nosotros. Aunque dichos intereses varíen ligeramente a lo largo de los años si pertenecen a una misma área o centro de interés nos hablarán de una fuente de motivación interna importante.
2. Motivación interna
Cuando la motivación es intrínseca, es decir que no está condicionada por factores externos (sueldo, estatus, presiones sociales, etc.) la constancia es mucho mayor. De esta forma, cuando le vemos sentido a aquello que hacemos es mucho más fácil perseverar y comprometerse con el objetivo o tarea.
3. Reacciones espontáneas
Nuestras reacciones instintivas o espontáneas, las que aparecen antes de poner el filtro conductual de lo esperable o deseable (“deber ser”), también nos informan de nuestro funcionamiento innato y por tanto de aquellos entornos en los que nos adaptaríamos mejor.
4. Aprendizaje rápido
Detectar qué tipo de aprendizajes realizamos de forma acelerada, con sensación de disfrute y facilidad nos indica en qué áreas se encuentran nuestras capacidades y habilidades naturales.
5. Sensación de fluidez 
Cuando realizamos una tarea que capta sin apenas esfuerzo nuestra atención es cuando solemos llegar a un estado de fluidez donde el tiempo pasa y no nos damos cuenta por estar inmersos dicha tarea que nos resulta tan sumamente estimulante.
Por tanto, ser conscientes de nuestros centros de interés más tempranos y permanentes, de nuestras reacciones más auténticas, de aquello que nos motiva de forma real sin condicionantes externos y nos conduce a un estado de fluidez donde el aprendizaje es rápido y la sensación es de disfrute; nos dará pistas claras de cuáles son las áreas que debemos potenciar para desarrollar nuestros talentos innatos.
Desarrollarnos profesionalmente a partir de nuestros talentos innatos no sólo nos permitirá disfrutar realmente de nuestro trabajo sino encontrar en él un propósito vital. Teniendo en cuenta que dedicamos una parte muy importante de nuestro tiempo al trabajo sería lo más deseable que éste fuera lo suficientemente estimulante y retador para garantizarnos una sensación de satisfacción profesional y personal.
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