El síndrome del superviviente hace referencia a la alteración emocional que experimenta la persona que ha sobrevivido a una experiencia traumática que causó la muerte de otras personas. Forma parte de la sintomatología presente en el trastorno de estrés postraumático.
Podemos encontrar numerosos sucesos históricos que han dado lugar a que miles de personas experimenten la culpa del superviviente, como por ejemplo: guerras, desastres naturales, grandes accidentes, el holocausto, el atentado a las torres gemelas, grandes epidemias, etc.
¿Qué caracteriza el síndrome del superviviente?
- El impacto o huella emocional que deja la experiencia traumática da lugar a la aparición de pensamientos intrusivos recurrentes, flashbacks, sintomatología ansiosa y alteraciones del estado anímico.
- Duda constante de merecer el privilegio de la supervivencia y, en consecuencia, sentimiento de culpabilidad.
- No aceptación de lo ocurrido. Negación continua de la aleatoriedad de los sucesos.
Son dos los tipos principales de culpa que se activan en el síndrome del superviviente:
- La culpa por no haber hecho lo suficiente para ayudar a que muchas más personas sobreviviesen.
- La culpa por no haber hecho nada para evitarlo (aunque objetivamente no estuviera bajo su control).
¿De qué manera puede limitarla vida del superviviente este síndrome?
- Revisita la situación traumática constantemente y se obsesiona con la idea de haber podido “hacer algo diferente”. Ello le supone un desgaste emocional significativo y lo desconecta de su entorno y realidad presente.
- La autoestima se ve afectada al punto de cuestionarse su existencia.
- Aparecen conductas autolesivas como forma de castigarse y calmar el dolor emocional.
- Existen altibajos emocionales recurrentes y en ocasiones tendencia a la irascibilidad.
- Descuida sus obligaciones en diferentes áreas y pierde su rutina habitual.
- No es capaz de encontrar motivaciones personales.
Si bien después de una experiencia traumática es normal experimentar sensación de angustia, confusión, profunda tristeza e incluso culpa. Es de vital importancia recibir un acompañamiento profesional a tiempo que ayude a la persona a integrar de forma funcional la experiencia para evitar que se desarrolle un trastorno de estrés postraumático y, en los casos donde se trata de tragedias compartidas, un síndrome del superviviente.
Si te sientes identificadx con lo anteriormente descrito y necesitas ayuda para superar una experiencia traumática, no dudes en consultarnos.
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