La ansiedad es una respuesta física, emocional y cognitiva ante cualquier cosa que consideremos una amenaza. Cuando el cuerpo detecta esta amenaza se prepara para atacar o huir. Este proceso es esencial para nuestra superviviencia, aunque seguramente era mucho más útil cuando los seres humanos vivíamos rodeados de más peligros que los que tenemos actualmente. Existen muchos síntomas que nos indican que la ansiedad se ha activado. Es esencial conocerlos para poder detectarnos en los momentos iniciales. Dentro de ellos podemos encontrar: Palpitaciones, aceleración del pulso, temblores, dolor en el pecho. Terror y sensación de falta de control. Falta de aire, náuseas, mareos o vértigos. Sudoracióna, sofoco o escalofríos. Hormigueo. Temor a morir. El problema está en que a veces reaccionamos con ansiedad ante situaciones que aparentemente no son peligrosas. ¿Por qué creamos un peligro que no existe? En algún momento asociamos una situación vivida con algún peligro potencial, así que cuando volvemos a vivir esa situación o una de similar, reaccionamos con los síntomas de ansiedad. ¿Qué podemos hacer para romper estas asociaciones? 1. Organización del tiempo Fijarnos horarios que incluyan tiempo para el trabajo, las atreas de casa, actividades físicas, ocio… Cuando tenemos poco tiempo y no es posible atender […]
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